10 octubre, 2006

Aparato de castidad: ¿estímulo o necesidad?.

Los aparatos o cinturones de castidad están cada vez más a la orden del día, Podemos encontrarlos con facilidad a través de páginas web o bien en multitud de sex-schops; aunque también podríamos encargarle a nuestro sumiso que se confeccionase uno con arreglo a nuestras especificaciones.

¿Son imprescindibles para la práctica de la abstinencia?

Pues va a ser que No; en la actualidad, estos aparatos forman mucho más parte de las fantasías y el morbo de algunos varones sumisos que de la necesidad de controlar su virilidad.

Para practicar la castidad en nuestro sumiso, solo se requiere que su eyaculación nos pertenezca por completo, si lo tenemos bien adiestrado, Él solo eyaculará como y cuando nosotras le digamos.

A todas luces y si prescindimos de estereotipos prefijados de antemano sobre este estilo de vida podrás ver que no vas a necesitar para nada del uso de este tipo de aparatos para imponer tu voluntad y tu control sobre la eyaculación de tu sumiso.

Por mi parte, no toleraría de ningún modo, la deslealtad que supone una falta de ese calibre. La deslealtad hacia nosotras que supone que un sumiso se masturbe a nuestras espaldas es tan innegable como grave. No está de más, por tanto, insistir en que si un sumiso no puede someterse a la obligación de la abstinencia, mejor que vaya pensando en otra forma de vida.

Incluso en aquellos sumisos donde su impulso por masturbarse les resultase irrefrenable, cabria de otras soluciones mediante castigos, que podrían suplir al aparato de castidad con creces.

Ahora bien, que nuestro sumiso no necesite de aditivos para no eyacular cuando lo tiene prohibido, no significa que los aparatos de castidad resulten inútiles. Por eso su uso está bastante extendido entre las parejas que practicamos la dominación femenina.

En realidad, su uso se ha extendido por motivos muy diferentes a los que inspiraron en la antigüedad a su creador. Hoy en día su uso se fundamenta principalmente en el Morbo.

Entre los motivos que justifican su uso cabria enumerar los siguientes:

Desde nuestra perspectiva de Dominantes, es indudable que nos produce un morbo añadido el hecho de ver enjaulados los genitales de nuestro sumiso, es un elemento más con el que le explicitamos nuestro poder sobre él, un elemento más que usamos a nuestro antojo para potenciar su sumisión y su dedicación hacia nosotras.

Cuando colocamos este tipo de aparato a nuestro sumiso, creo que sobran las palabras,…. Irremediablemente le estamos diciendo que su eyaculación no va a ser lo más importante en este momento.
También significa que necesitamos de toda su atención a la hora de proporcionarnos placer.
Que su virilidad nos pertenece.
En definitiva, que tenemos en ese momento la llave de su placer en nuestras manos.

Desde la perspectiva de nuestro sumiso, el hecho de verse con sus órganos genitales encerrados en un aparato de castidad, le recordará muy a menudo su situación de dependencia.
Inevitablemente él va a sufrir erecciones que no podrá terminar de consumar por la opresión del aparato…. Aparato impuesto por nosotras; lo cual va a contribuir y mucho en su proceso de estimulación.
También contribuirá en su proceso de sumisión, ya que nada puede hacer por aliviarse de esa opresión a no ser que nos convenza de alguna manera para que le liberemos.

La cuestión es psicológica más que práctica, pero la verdad es que el juego psicológico es muy importante para ambos. el hecho de que una Ama coloque con sus propias manos el aparato a su sumiso tiene una carga emotiva para el sumiso muy grande y sobre todo el no saber hasta cuando decidira su Ama quitarselo le sume en la mas completa de las indefensiones y el placer de la sumisión debida y eso es lo que se debe buscar en su hutilización, que el sumiso viva de una forma real su sumisión.

Mi postura creo que es clara, solo debemos buscar el morbo de estas situaciones sin pretender mortificar a nuestro sumiso con imposiciones de larga duración, los periodos deben ser lo mas cortos posibles. Si el aparato deja de ejercer su carga psicológica para convertirse en algo no deseado por el sumiso, entonces debes replantearte su uso.

Desde la perspectiva de la pareja, son múltiples las ocasiones que puedes encontrar para enjaular a tu sumiso y crear una situación morbosa. sobre todo cuando salís de copas o simplemente a cenar con unos amigos.

Por sus especiales características suelen ser inapreciables desde el exterior, pero constituirá para los dos un recordatorio sobre la presencia de la dominación femenina en vuestra relación.

Como ves los aparatos de castidad se utilizan de diversas formas y con diferentes intensidades según las preferencias de la pareja. Algunas dominantes mantienen a su/sus sumisos casi permanentemente enjaulados durante períodos de tiempo largos y les liberan muy de vez en cuando para obligarles a masturbarse u ordeñarles por medio del masaje de la próstata. En otros casos, las dominantes prefieren utilizarlos por temporadas, que pueden prolongarse de una a varias semanas, alternándolos con otras en las que el sumiso no los lleva.

Hay quien los utiliza, como castigo para el sumiso cuyo comportamiento necesita ser estimulado.

Otras, cuando su sumiso va a permanecer varios días fuera de su control.

Sea como sea, o cual sea el uso que quieras darle, creo que lo que debes buscar en este tipo de aparatos es la complicidad con tu sumiso y sobre todo el Morbo que este tipo de artilugios puede aportar a vuestra relación como pareja.

Por lo tanto yo defiendo y apruebo el uso del cinturón de castidad como un medio para añadir morbo en la relación D/s y no comparto la postura de que sea algo necesario para mantener casto al varón, no creo en la efectividad de este como imposición de una castidad obligada, porque entonces no ejerce la función de añadir morbo a la relación.

La D/s es morbo en su máxima expresión y por eso los aparatos de castidad, por su alta utilidad morbosa, tendrían que formar parte del conjunto de múltiples artilugios que forman el vestuario de una buena Dominante. Negar sus funciones, utilidades y múltiples usos dentro de nuestro juego es como negar la D/s en sí misma.

No podras experimentar lo que he explicado si no adquieres uno y pruebas a introducirlo como otro elemento más en tu relación, puede que sea un fracaso total o puede que encuentres en el a un buen aliado del juego erótico. no te gustaria ver cuales son sus reacciones?. ver lo que tu misma experimentas con este juego?. para desecharlo siempre estarás a tiempo.

Escrito por: Mistress Terry

recorte de su libro "El arte de la dominación sensual" Dialogos de mujer a mujer

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