09 octubre, 2006

DECÍDETE A DOMINAR

El arte de la dominación femenina es algo que tendrás que conquistar poco a poco; tanto si te lo ha pedido tu hombre como si eres tu la que deseas practicarla, no puedes pensar que todo cambiará desde el instante que digas “te voy a dominar”…… despierta de tu sueño porque te queda mucho por andar.

Una cosa es querer ser dominante y otra muy distinta es serlo. Para empezar desde luego hay que querer, pero para serlo realmente, muchas son las formas y maneras de tu ser sexual que tendrás que reconocer para poderlas cambiar o adaptar a tu nueva situación.

Párate a reflexionar todo el tiempo que necesites con el fin de identificar todas aquellas cosas que cambiaras en tu relación. Tanto en lo que se refiere a ti, como las que se refieren a él.

"Tendrás el poder de cambiar todas y cada una de estas cosas que ahora te disgustan".



En primer lugar, nadie mejor que tu sabe cuales son las cosas, las formas e incluso los modales que no te gustan de tu compañero a la hora de mantener vuestras relaciones sexuales…… posiblemente sean tantas las cosas que tengas que cambiar que necesitaras de varios meses para ir cambiándolas una a una.

Como ejemplos ilustrativos de lo que te he comentado antes podrían servir los siguientes:

Higiene:

- Su barba de todo el día me produce escoceduras que me desconciertan.
- Sus uñas descuidadas me arañan constantemente.
- El olor a sudor me molesta.

Relaciones personales:

- Se olvida de nuestros aniversarios.
- No es detallista.
- Tiene muy poca comunicación.
- No ayuda en las tareas domesticas.

Relaciones intimas:

- Lo haría todas las noches. ….. Si no lo hacemos se enfada.
- Suele correrse él antes que yo.
- Después se da la vuelta y a dormir.

Seguramente te habrás sentido identificada con algunos de estos ejemplos, y lo más probable es que a estos ejemplos puedas añadir de tu propia cosecha otros tantos más. Pues bien déjame decirte que tu puedes cambiar, adaptar o eliminar cualquiera de los muchos que hayas puesto en tu lista.

Una vez que ya eres consciente de todo lo que quieres cambiar, tienes que ser consciente del “poder erótico” que ejerces sobre tu pareja….. Seguro que lo has ejercido en más de una ocasión……Funcionó?

No me cabe ninguna duda que así fue. Muy pocos hombres se resisten a este poder,… desde luego no aquellos con los que formamos pareja….. Utilízalo, es tu principal arma.

Los pasos a seguir pueden ser distintos en cada pareja, pero los logros a conseguir no diferirán mucho de los que te voy a relacionar a continuación.

Plantéaselo simplemente como un juego erótico, y en principio sin mayores consecuencias.

En segundo lugar, tienes que empezar a poner los cimientos de tu relación, comenzando a acostumbrarle a hacer el amor a tu manera.

Como ejemplo, adopta la posición que más te gusta y con la que mejor puedes llevar tu ritmo. Si intenta moverse y tomar la iniciativa, sugiérele de una forma cariñosa que debe de estar quieto, porque ahora quieres ser tú la que le lleve al orgasmo. En principio no debes presionarle mucho si él eyacula antes que tu, pero poco a poco le tendrás que explicar que debe de esforzarse por no llegar antes.
Si es necesario deberás ayudarle a conseguirlo. Cuando veas que él esta a punto disminuye la frecuencia y la intensidad de tus movimientos hasta que se relaje de nuevo, veras que si él pone de su parte, en pocas semanas consigue coger tu ritmo.

En la tercera etapa, podrías marcarte como meta el añadir o perfeccionar sus técnicas amatorias con relación al sexo oral.

Seguramente ya practicaras este tipo de sexo, pero lo más seguro es que si no le has enseñado desde un principio como te gusta que te lo haga, serán muy raras las ocasiones en las que lo hayas disfrutado plenamente y lo más probable sea que a estas alturas aun no hayas conseguido un buen orgasmo con esta técnica.

La mayoría de las mujeres solemos conseguir el orgasmo más fácilmente mediante la excitación del clítoris que mediante la penetración. Por eso deberás enseñarle y acostumbrarle a que te complazca oralmente, al menos hasta que hayas llegado al orgasmo una o varias veces…..Por lo general los hombres se muestran cautos a la hora de producirnos un orgasmo mediante la excitación del clítoris, porque están en la creencia que si nos corremos daremos por terminada la sesión, quedándose ellos sin su preciado orgasmo…. Y esto les causa cierto desasosiego.

Actúa con paciencia y explícale lo mucho que deseas ser complacida oralmente; en esta etapa deberás permitirle que el también consiga el suyo –si no quieres que se te asuste- bien mediante la masturbación, bien mediante penetración, pero no dejes que esta etapa se alargue más de lo estrictamente necesario.

Una buena acción por tu parte seria que le animes a seguir haciéndolo, mostrándole de una forma explícita lo mucho que te gusta. Como ejemplo puedes decirle frases como
“me encanta como lo haces”,… “eres un artista del sexo”… “que escondido lo tenias”, o si te apetece puedes ya ir dándole a entender que lo vas a poner a tu servicio con frases como “ mañana a las 10 te quiero de nuevo ahí”… “cada vez me lo haces mejor” o las que se te ocurran en ese momento.

En definitiva lo que estas tratando es conseguir el objetivo de encauzar tu relación hacia el objetivo de centrarla en tu propio placer, anteponiéndolo al de él.

El cuarto paso consistiría en ingeniártelas para empezar a negarle de vez en cuando la penetración.

Para esto no creo que necesites de demasiados consejos, cualquier excusa es buena, si te sirve para el objetivo perseguido.

Como ejemplo puede valer la excusa de que después de lo bien que lo ha hecho –sexo oral- estas demasiado cansada para continuar. O también la contraria,… como no lo ha hecho todo lo bien que tu le has enseñado, no te apetece continuar.

Todo esto tendrás que decírselo de forma muy sensual y conciliadora, porque como te puedes imaginar, tu decisión no va a ser evidentemente muy bien acogida por su parte, pero aquí como en otros muchos casos, este refrán recoge plenamente la situación.

“los dientes cuando salen duelen,……si, pero luego ayudan a comer”



Creo que con esto resumo todo lo que puedo decirte sobre esta etapa.


En un Quinto nivel, tendrías que ser algo más explícita y consistiría en explicarle que te gustaría tener la capacidad de decidir sobre su eyaculación.

Controlar su eyaculación es una meta a la que no puedes renunciar, pero también es un tema que puede que se te resista, ya que los hombres en general suelen resistirse a ceder este privilegio. Si te mantienes firme y le explicas lo importante que es para ti disponer de ese privilegio, acabará cediéndotelo…… no lo dudes.

Te recomiendo que leas mi artículo sobre “castidad, capricho o necesidad?” Que encontraras en la sección: artículos/Miss Terry, ahí podrás hacerte una idea sobre su importancia en la relación de Dominación.

En un sexto nivel, deberías poner en practica la denegación de la eyaculación a tu compañero, en principio cualquier excusa es buena, pero tus motivaciones estarán basadas en el bajón que experimenta al día siguiente en cuanto su atención hacia ti.

"Castidad no significa ausencia de caricias manuales, orales o penetración, sino que estas prácticas no terminen nunca con la eyaculación".



Le darías una bonita lección si le atases las manos a la cama y con tus mejores artes le llevases al borde del clímax en reiteradas ocasiones sin permitirle su eyaculación,…. Ni que decir tiene que tu puedes tener los orgasmos que te plazcan.

Después de algunas lecciones como la descrita, su sumisión se hará patente a la vez que tu dominación se habrá reforzado considerablemente.

Una vez conseguida su sumisión hacia ti, ya tienes el camino abierto para poder desarrollar tu naturaleza dominante……

Escrito por: Mistress Terry

recorte de su libro "El arte de la dominación sensual" Dialogos de mujer a mujer

1 comentario:

Anónimo dijo...

me encantaria dominar a mi marido, lo intentare.